Wikipedia

Resultados de la búsqueda

domingo, 10 de febrero de 2019



La Historia de la evolución de los Animales.

  
La historia de la evolución de los animales como puede imaginar no ha sido algo inmediato, se ha ido cociendo “a fuego lento”. Se dice que la vida en nuestro planeta Tierra nació hace unos 2000 millones de años. Desde esta fecha hasta hace unos 570 millones, fueron apareciendo los invertebrados primigenios. Estos son los primeros pasos, pero vamos a seguir mostrándote más de dicha evolución.

Conociendo más sobre la evolución de los animales en nuestro planeta

La era del paleozoico, tiene seis periodos (cámbrico, ordovícico, silúrico, devónico, carbonífero y pérmico), prolongándose durante unos 340 millones de años, hasta la épica triásica (230 millones de años). Trilobites y branquiópodos llegaron a la cúspide cuando nacieron los primeros vertebrados.

En el periodo silúrico  ocurrió que las plantas comenzaron a conquistar tierra firme y esto hizo que luego lo hicieran después los animales. Después de los anfibios y los insectos, aparecieron los reptiles que fueron extendiéndose por el planeta hace unos 280 millones de años, una época en la que los que se extinguieron fueron los trilobites.

La época mesozoica duró del orden de 165 millones de años y en él hay tres periodos diferenciado (triásico, jurásico y cretácico). Si vamos al primero, el de mayor antigüedad, nacieron los mamíferos. Los reptiles prosiguieron con su predominio en el planeta, que iría reduciéndose hasta que al final de este periodo se extinguieron los dinosaurios.

En el cenozoico, que empezó hace 65 millones de años y que se extiende hasta nuestros días, podemos dividirlo en dos periodos principales claramente diferenciados:  el terciario que dura hasta hace 2 millones de años y el cuaternario que empezó en esta fecha.

El principio de esta última era se vio marcado por un despliegue y la adaptación de los mamíferos, que fueron configurando los respectivos órdenes hasta la actualidad.  A mediados del terciario nacieron los póngidos y ya cerca del cuaternario los homínidos.

Al inicio del cuaternario se fueron produciendo las glaciaciones primeras que fueron las que llevaron a que se extinguiesen los mamíferos de mayor tamaño. En el caso de los homínidos, fueron evolucionando hasta crear una especie tan conocida como nosotros mismos, el ser humano.

Ya has podido ver, que la evolución de los animales ha sido un proceso de lo más complejo y dilatado en el tiempo. Esta evolución de la que hablamos no para, por lo que aunque lógicamente nosotros no lo notemos, el planeta sigue evolucionando y no se detiene, donde la naturaleza es la que obra los cambios. ¿Cuál será el próximo paso?


Historia de la Evolución del Conejo.




Es un animal mamífero muy primitivo. Considerado como uno de los animales más antiguos, conociéndose desde la prehistoria.

Se desconoce el origen de esta especie, pero algunos científicos afirman que proceden del Asia Central, desde donde emigró hacia Europa. Además es posible que el clima frío del norte europeo obligara a estos animales a establecerse en climas más templados, como la zona del litoral mediterráneo de España y el norte de África.

Pero la teoría más aceptada es la de la migración europea.

Los fenicios son los primeros en testimoniar en sus escritos sobre el conejo, en sus relatos referidos a expediciones en el norte de África y Península Ibérica, denominando a esta última zona con el nombre de TIERRA DE CONEJOS - I-  SHE - FAN - IM, término que posteriormente latinizado surgió con el nombre de Hisfania o Hispania.

Los romanos representaron en sus cerámicas con gran fidelidad al conejo, por lo que se supone que fue un animal popular y apreciado por su carne. Además los trasladaron a distintas partes del Imperio con lo que se consiguió la difusión de la especie en otras partes del mundo.

En la Edad Media, los monjes y religiosos condicionaron la domesticación, pues era una fuente rica en carnes, a pesar de que por ese entonces se lo consideraba sólo como presa de caza.

Los conejos se fueron extendiendo por distintas partes del mundo, hasta convertirse, como en Australia, en 1880, en una plaga, lo que ocasionó al gobierno serios problemas para controlarlos. Sin embargo en otros medios como en las estepas rusas, los desiertos o bien en las tiraderas americanas no se conseguía su reproducción ya sea por falta de recursos alimenticios o bien por los depredadores de las  zonas.

La cría en cautividad, en jaulas, se inició recién a principios del siglo 18 y en la mitad del siglo se promovieron las distintas razas sobre la base de las diferencias morfológicas que se acentuaban con la cautividad.

Actualmente en el mundo hay entre 60 o 70 razas distintas, por sus subvariedades según su talla y color.

Es evidente que domesticar una especie salvaje puede modificar su morfología  y sus hábitos para resultar un animal dócil y prolífico que incorporado a la ganadería presente un gran interés para el hombre por la calidad de sus producciones. 






Historia de la evolución del Perro.  




Actualmente tenemos mucha información sobre los perros y todos los criterios de las razas están completamente establecidos, pero a lo largo de la historia esto no ha sido así. De hecho originariamente se establecía una distinción muchísimo más simple, distinguiendo los perros por el tamaño. Así teníamos a perros pequeños y a perros grandes.

Y la función de estos pues la marcaba su tamaño por regla general. Las razas más grandes eran utilizadas para labores de fuerza al aire libre, mientras que las pequeñas se usaban para cazar pequeñas plagas.

Los perros en el antiguo Egipto y en la antigua Roma

Si hablamos de la evolución de los perros a lo largo de la historia, el primer pasaje en el que nos queremos detener es en el antiguo Egipto, en el que descubrimos que los perros ya estaban considerados como mascotas. Y no solo eso, sino que éstos también tenían nombre. Este dato lo sabemos porque se han encontrado inscripciones en muchas tumbas egipcias.

Ya en la antigua Roma encontramos a grandes molosos entrenados para el combate. Antepasados de los mastines también fueron utilizados como perros guardianes. Una curiosidad la encontramos en Pompeya, en la que ya se utilizaba la famosa advertencia “Cuidado con el perro" en las puertas de las casas. La inscripción en latín era "Cave Canem".

Aparición de los mini perros

En el año 1000 AC, en China, aparece la moda por los mini perros. La corte imperial se encaprichó del happa, un pequeño perro rechoncho de nariz aplastada. Al cruzar éstos con los malteses se crearon los pekineses. Los chinos limitaban el crecimiento de los cachorros cruzados cerrándolos en diminutas jaulas y aplastando los hocicos con palos de madera.

Las primeras distinciones entre razas

En el S.XII las cortes reales europeas comienzan una primera distinción entre razas, decretando que solo la corte real tenía derecho a tener mastines de caza y galgos, las dos variedades principales de la época.

Si alguien tenía alguna de las dos razas sin pertenecer a la corte podían hacerse excepciones, pero se veían obligados a cortarles las garras para que los perros no pudieran herir a los ciervos reservados para las cacerías reales.

De esta manera comienzan las distinciones de los perros de raza. Esta distinción, que duró hasta el S.XX, fue de la mano de la clase social. La nobleza y la aristocracia seleccionaban ellos mismos las razas. Los perros eran utilizados para la caza y también para animales domésticos. Los campesinos y más tarde los obreros crearon sus propios perros al trabajo.
  
Anécdotas de la realeza y sus perros

Varias cortes reales de Europa poseían infinidad de perros y no faltan anécdotas sobre el comportamiento excéntrico de los soberanos con los perros. Por ejemplo Enrique VII condenó a muerte en la horca a uno de sus mastines por atacar a uno de los leones de la casa real. El pobre perro fue condenado a muerte por el delito de traición a la patria.

Enrique VIII decapitó a su segunda esposa, Ana Bolena, en 1536 y ordenó el mismo día también decapitar a Urian, el perro favorito de la antigua reina.

Los perros y la navegación

Durante los Siglos XVI y XVII los marineros, los colonos y los soldados europeos cruzaron el océano llevando con ellos a sus perros. De sus periplos por nuevos mundos trajeron nuevas variedades que aceleraron la hibridación de la especie canina.

Clase obrera de perros

La revolución industrial en Europa y en Estados Unidos llevada a cabo en el S.XIX fue la responsable directa de lo que podemos llamar “clase obrera de perros”. Muchos agricultores se sienten atraídos por la ciudad en busca de trabajo y los perros se convierten en herramientas de trabajo.

Ni que decir tiene que estos animales tenían una existencia llena sufrimiento. Algunos eran entrenados para girar incansablemente ruedas que movían brocas en hornos asadores o que accionaban bombas de agua. Otros se utilizan para tirar de carros que entregan leche. Muchos perros se utilizan como auxiliares para llevar diferentes objetos.

Primeros perros de rescate

No obstante no todos eran trabajos abusivos. En esa época aparecen por ejemplo los primeros perros de rescate. Éstos aparecen en París, y era un intento para acabar con el aumento alarmante de suicidios por ahogamiento en el Sena . El equipo de rescate lo formaban 7 perros terranova, conocidos por sus cualidades de nadadores. Rápidamente se convirtió en el perro favorito de París.

Primeras exposiciones caninas

Es a principios del Siglo XIX cuando surgen en Europa y en Estados Unidos las clases medias que comienzan a tener perros como mascotas. Este hecho no estaba ya solo reservado a la aristocracia.

A mediados del siglo los criadores y los comerciantes comienzan a organizar las primeras exposiciones, para que todo el mundo pudiera admirar las nuevas variedades de perros que llegaban. Con las exposiciones también llegan los primeros estándares caninos.





Historia de la evolución del Gato. 




La historia del gato se basa sobre todo en la percepción que el hombre tiene del pequeño felino. Se cree que la domesticación del gato comenzó entre el 7500 a. C. y el 7000 a. C. La visión que el hombre tiene del gato difiere totalmente de una época a otra, siendo desde La antigüedad, cuando lo veneraban, hasta la Edad media, cuando los quemaban en las hogueras, pensando que era un animal diabólico.

Etimología
Aunque al gato se le llamaba myeou en el Alto-Egipto, haciendo referencia a la onomatopeya de su maullido, a las hembras las llamaban techau, nombre que han encontrado grabado en muchas tumbas de mujeres. De este término deriva el nombre chaus, que ahora denomina a un gato salvaje de Egipto y de Asia, Felis chaus.

Después se le atribuye el nombre de qato en siríaco. Parece que ésta sea la verdadera raíz del término italiano gatto. Sin embargo hay otros orígenes posibles, sobre todo el adjetivo latino cautus, que significa astuto o agudo, o también el verbo francés guetter en el sentido de espiar, ya que el gato es un animal activo que tiene la vista y el oído siempre alerta. Algunos etimologistas creen que se trata de una fantasía, ya que el uso de la expresión gato se empieza a usar en Egipto varios siglos antes de la aparición del gato en Atenas, Roma o en la Galia. A pesar de todo no es fácil diferenciar, en los textos antiguos, al gato de otros cazadores de ratas como la marta, la garduña, o la comadreja. Los griegos llaman a los gatos ailouros, que significa «animal que mueve la cola». Este término se conservó para denominar a los amantes de los animales: los ailurofílicos.

En la Edad Media, gatti o cattine fella designaban las pieles de gato. En esa época también se usaban otros términos para designar al gato doméstico. Todos empiezan por la palabra latina mus, que significa ratón. Encontramos sobre todo musio, murio, murilegus y muriceps. Estas denominaciones muestran hasta qué punto está intrínsecamente ligado el gato a la caza de ratones.

La palabra gato reemplazó al felis latino genérico. Parece que este término no sea resultante del latino catus, prudente, ni de catulus, cachorro de perro, ni de captura, sino que vendría de África, donde se dice kadista en nubio antiguo, qato en siríaco, kattos o katta en griego o del árabe quett.

Partiendo de esta base podemos identificar el término gato en muchas lenguas aunque con ligeras modificaciones, a diferencia de perro, cuyas sonoridades difieren totalmente. Así que tenemos chat en francés, cat en inglés, katze en alemán, gato en español, gat en catalán, katu en euskera, katt en sueco, gatto en italiano, kat en holandés y en danés, por ejemplo.

No es hasta el siglo XVI cuando aparecen términos derivados de gato, como gatito o gatera.
  
Origen del gato.

Los gatos actuales comparten un antepasado común que probablemente esté relacionado con los miacis. Estos pequeños carnívoros de los bosques aparecieron hace alrededor de 60 millones de años y tenían la velocidad y la talla de las jinetas actuales, con un cuerpo alargado y una larga cola. Quedan pocos fósiles en el hemisferio norte.

El origen de los felinos está mal documentado en el registro de los fósiles ya que los antepasados de los félidos vivían normalmente en zonas tropicales, que no ofrecen buenas condiciones de fosilización. Las especies desaparecidas consideradas más cercanas al antepasado de los felinos serían el proailurus (pequeño carnívoro europeo y arborícola aparecido hace 40 millones de años) y el pseudaelurus que vivía hace de 8 a 20 millones de años en Europa y en Asia, y de los que se apartaron los felinos actuales hace 10,8 millones de años.

Durante el oligoceno, los félidos se repartieron en dos subfamilias. La primera era de la clase Nimravidae, y la segunda de la Felidae. Es en esta última clase donde se encuentra el antepasado común de los félidos actuales, el proailurus. Durante el mioceno, los descendientes de este último, los pseudaelurus, se diversificaron y entraron en África y América.

Unos diez millones de años a. C. formaron la raíz de los félidos modernos, favorecidos por las estepas y las sabanas, ricas en presas herbívoras. Es en esta época cuando aparecieron los félidos de caninos largos, que vivirían hasta el año 10 000 a. C. El linaje de pequeños y grandes felinos aparece hace cinco millones de años; originarios de Asia, se dispersan por todo el mundo en el plio-pleistoceno, excepto en Australia y Madagascar.

El gato doméstico pertenece al género Felis desde que Carl von Linneo describió por primera vez en 1758 como Felis catus en la trigésima edición de Systema naturae, pero su posición en la clasificación de los seres vivos cambió mucho.

En 2006 se realizaron trabajos sobre los cromosomas sexuales y el ADN mitocondrial de todas las especies de felinos, conjugados a investigaciones paleontológicas, que revelaron que el linaje del gato doméstico (Felis catus) ha divergido verdaderamente hace 3,4 millones de años, en el plioceno, en los desiertos y bosques densos de la cuenca mediterránea. En 2007 se llevó a cabo otro estudio molecular sobre 979 individuos de gato de las arenas y de gatos salvajes de diferentes sub-especies en el que el gato doméstico ha permitido mostrar los vínculos entre el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) y el gato doméstico: éstos se habrían separado hace alrededor de 130. 000 años.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario